Tiroteo en una escuela en Austria dejó un saldo fatal de 10 muertos

Un joven de 21 años se suicidó luego de asesinar a diez personas en su antiguo colegio en Graz, al sur de Austria, este martes alrededor de las 10 de la mañana. Doce personas están heridas, siete de ellas de gravedad, producto del peor tiroteo indiscriminado de este país europeo.

El Ministerio del Interior austríaco, Gerhard Karner, confirmó que el joven utilizó dos armas de fuego --una larga y otra corta-- que poseía de forma legal, aunque el motivo del ataque sigue sin estar claro. El tirador era un exalumno que abandonó sus estudios hace dos años y no tenía antecedentes penales ni estaba en el radar de las autoridades.

"Fuimos alertados sobre disparos y gritos en un centro educativo", dijo el director de la Policía regional, Gerald Ortner. Los vecinos contaron que vieron a niños correr y oyeron gritos en medio de un barrio habitualmente tranquilo. Más de 300 agentes --incluidas unidades especiales Cobra, dependientes del Ministerio Federal del Interior-- se desplegaron en el lugar y diecisiete minutos después de la primera llamada lograron asegurar el edificio.

El director general de Seguridad Pública, Franz Ruf, explicó que eso permitió la entrada de los equipos médicos y llevar a los heridos al hospital. Los hospitalizados presentan heridas de bala en las extremidades, especialmente en las piernas, y uno de ellos incluso en la cara, según fuentes del Hospital Universitario de Graz. La mayoría de las víctimas fatales fueron femeninas y dentro de los siete heridos graves, dos se encuentran en estado crítico.

"Tragedia nacional"
La investigación está en manos del Departamento de lo Criminal de la región de Estiria, que trabaja en colaboración con las autoridades federales. Las armas empleadas en el tiroteo han sido incautadas y están siendo sometidas a peritajes balísticos. Se trataría de una pistola Glock --adquirida días antes del ataque-- y una escopeta, ambas registradas legalmente. El gobierno habilitó una línea telefónica y una plataforma digital para que familiares de las víctimas puedan obtener información y se pueda aportar material gráfico que contribuya a la investigación.

"Esto es una locura, nunca imaginé que algo así pudiera pasar en esta ciudad", contó Benjamin, un estudiante de 18 años de otro colegio. Graz es conocida por su vida universitaria y cultural y el hecho resultó conmovedor para todos. Benjamin contó que tenía amigos en el instituto atacado: "Uno de ellos me dijo que insultó al atacante mientras disparaba… por suerte no le pasó nada". Además, agregó: "Es una escuela normal, de clase media".

El canciller federal, Christian Stocker, calificó lo ocurrido como una "tragedia nacional", y anunció tres días de luto. También se guardará un minuto de silencio en todo el país el miércoles a las 10:00 horas en señal de repudio a lo sucedido. "No hay palabras para expresar el dolor, la incredulidad y la tristeza que siente toda Austria", recalcó en una rueda de prensa. Por su parte, el presidente federal, Alexander Van der Bellen, lamentó un "horror que no puede expresarse con palabras" y recordó que la mayoría de las víctimas eran jóvenes "con toda la vida por delante".

La Unión Europea y mandatarios de varios países vecinos expresaron su solidaridad al conmocionado país. En esta línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó a través de redes sociales: "Las noticias de Graz nos llegan al corazón. Doy mis condolencias a las víctimas, sus familias y amigos. Las escuelas son símbolos de juventud, esperanza y futuro. Es difícil soportar que las escuelas se conviertan en lugares de muerte y violencia".

Conmocionada, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, expresó que "todo niño debería sentirse seguro en la escuela y poder aprender lejos del miedo y la violencia". Entre los países que se sumaron a las condolencias figura Rusia, cuya embajada en el país difundió en Telegram un mensaje mandando sus condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos y deseando una pronta recuperación a los heridos, al tiempo que solicitó información sobre la posible "presencia de ciudadanos rusos entre las víctimas".

Además, las autoridades autríacas han pedido a la ciudadanía que no difunda imágenes del ataque en redes sociales para no entorpecer la investigación ni revictimizar a los afectados.