Tensión al límite: Rusia construyó una base para 2.000 soldados a pasos de la OTAN

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania amagó, en más de una ocasión, con terminar. A ver una luz al final del camino. Sin embargo, y a pesar de los intentos de acuerdo llevados a cabo por diferentes líderes mundiales, pareciera que las razones para mantener la tensión siguen activas. Y es que ahora Rusia está ampliando sus bases militares cerca de su frontera con Finlandia y, adicionalmente, se prepara para trasladar tropas más cerca de Europa. Este movimiento del presidente Vladimir Putin podría implicar una futura confrontación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Gran parte de la concentración se está produciendo en el Distrito Militar de Leningrado, que linda con Estonia, Letonia y Finlandia. Según imágenes satelitales que obtuvo la emisora ??sueca SVT de Planet Labs, puede observarse a pequeñas brigadas estacionadas, casi como si estuvieran “a la espera” de algo. Esto podría implicar, según The Wall Street Journal, “un plan más amplio” para aumentar el tamaño del ejército ruso a 1,5 millones de soldados.

Según informó el diario The Sun, Putin está reuniendo armamento y tropas rusas en cuatro lugares dentro de Rusia: Kamenka, Petrozavodsk, Severomorsk-2 y Olenya. Según los expertos, el Kremlin está construyendo alojamientos para tropas y desplegando helicópteros y vehículos en las cuatro bases militares. De hecho, las investigaciones revelaron que a unos 56 kilómetros de la frontera con Finlandia, en Kamenka, se instalaron más de 130 postas militares desde febrero. Y la zona, que hasta ahora no estaba urbanizada, podría albergar hasta 2.000 soldados.

Además, en Petrozavodsk, a unos 175 kilómetros de la frontera, se armaron tres naves de almacenamiento con capacidad para unos 50 vehículos blindados cada una. Por su parte, en Severomorsk-2, se pueden ver varios helicópteros en la base. Incluso en Olenya se produjo más actividad militar.

Toda esta situación generó malestar y alerta por parte de diversos actores, que consideran “preocupantes” las similitudes con el escenario previo a lo que fue el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, allá por febrero de 2022. Sólo unos meses antes del comienzo de la guerra, en noviembre de 2021, otras imágenes vía satélite habían mostrado a tropas rusas concentrándose en la frontera con Ucrania. Y lo peor fue que, en aquel entonces, el Kremlin había negado que se estuvieran preparando para un conflicto.

El conflicto de larga data entre Rusia y la OTAN
La entidad es una alianza militar fundada en 1949 por 12 países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Francia, con el objetivo de contrarrestar la expansión de la Unión Soviética en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, la OTAN cuenta con 30 miembros que se comprometen a defenderse mutuamente en caso de un ataque armado contra cualquiera de ellos. Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, varios países del antiguo Pacto de Varsovia se unieron a la OTAN, ampliando su influencia en Europa del Este.

La invasión rusa a Ucrania llevó a Finlandia y a Suecia a reconsiderar su histórica neutralidad y solicitar formalmente su ingreso a la OTAN. Esta decisión representa un cambio significativo en la política de seguridad de ambos países y fue vista como una respuesta directa a las acciones agresivas de Rusia en la región. De hecho, el Kremlin expresó su oposición a la expansión de la OTAN, especialmente haciendo foco en la posible adhesión de Finlandia y Suecia. Llegaron a decir, incluso, dicha ampliación “podría tener consecuencias negativas para la seguridad regional”. Sin embargo, desde la perspectiva de la Organización y sus aliados, la invasión de Ucrania por parte de Rusia fue un "gran error estratégico" que motivó a más países a buscar la protección que ofrece la alianza.

Los países de la OTAN temen que una intervención directa pueda escalar el conflicto y conduzca a una guerra total entre Rusia y Occidente. Por ello, la alianza optó por apoyar a Ucrania de manera indirecta, buscando evitar una expansión del conflicto más allá de sus fronteras.