“La ruta del dinero G”: del hambre del pueblo al lujo de los funcionarios

En una provincia donde la pobreza se siente en cada rincón, donde los hospitales no tienen insumos y los sueldos apenas alcanzan para unas pocas mercaderías, un joven funcionario vive como si el Estado fuera su finca privada. Alejandro Federico Alarcón, Secretario Municipal y yerno del Intendente Ricardo Lemos; se transformó en símbolo de la impunidad y el saqueo institucional.

Llevar un tiempo investigando y lograr acceder a muchas informaciones, uno de ellas las imágenes que muestran el verdadero rostro de este “servidor público”: campo (Loma Tuyuyú), animales de raza y la participación activa en el millonario mundo de las cuadreras (Caprichosa). Todo eso mientras el vecino común no tiene ni servicios básicos, ni hablar de la precariedad y los paupérrimos sueldos de sus pares municipales.

¿Con qué dinero se paga eso? ¿Con qué cara se le puede pedir a la gente que haga sacrificios?
No hablamos de suposiciones; hablamos de pruebas concretas, de un crecimiento económico imposible de justificar con un sueldo estatal. Autos del año, inmuebles costosos, vacaciones al exterior, fiestas privadas. Y ahora, estancia y caballos de carrera.

Formosa y Laguna Blanca arden en la miseria, pero sus funcionarios cabalgan en dólares. Esto no es solo una vergüenza, es un crimen social.

Mientras los trabajadores municipales cobran menos de lo que cuesta una rueda de sus camionetas, Alarcón en complicidad con Lemos hacen negocios como si fueran empresarios. Pero sin invertir, sin arriesgar, sin trabajar; solo con la plata del Estado.

¿Y la justicia? Ciega. ¿Los organismos de control? Cómplices por omisión.
¿Quién investiga este escándalo? ¿Quién se atreve a frenar esta obscena maquinaria de enriquecimiento?.
El pueblo exige respuestas porque ya no se trata de sospechas, se trata de una verdad que indigna, que duele y que debería hacer temblar a los responsables.

La Ruta del “Dinero G” ya no se puede tapar con discursos. Está a la vista de todos y desde acá, no vamos a dejar de mostrarla.