Enfoques cooperativos, Hoy: ¿Estamos ante la antesala del Armagedón?

Por José Yorg, el cooperario.




“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Eduardo Galeano.

“En la utopía de ayer se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades”. José Ingenieros.

“En la profecía apocalíptica, la etimología de algunos vocablos suele arrojar luz sobre su significado teológico. Tal es el caso de Armagedón (Apoc. 16:16), cuyo origen etimológico en hebreo brinda el marco contextual necesario para interpretar el significado profético de la séptima plaga del Apocalipsis”. Nos ilustra Marcos Blanco en su trabajo denominado “Origen y significado de Armagedón”.
Y remata de esta forma tal concepto. “Armagedón debería ser visto como un conflicto espiritual, la última batalla entre el bien y el mal, en el que los principales personajes en pugna son Cristo y Satanás”.

Ahora bien, ¿Quiénes son en la realidad actual mundial estos dos personajes en pugna? Nosotros no tenemos respuestas ni fórmulas mágicas para descubrir, tenemos dudas más que certezas.

Lo cierto y concreto es que desde el inicio de los tiempos en que se tiene registrado y escrito y narrado sobre los procesos históricos de la humanidad y sus peripecias, conocemos estadios o etapas de la forma y manera en que se organizó la sociedad, tales como la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo con sus tres periodos conocidos como comercial, industrial y financiero.

De acuerdo entonces con la literatura y autor que se quiera leer se encontrará muchas contradicciones y coincidencias sobre esas etapas organizativas del orden mundial prevaleciente.

Como fuere, la actual situación mundial y sus hechos prevalecientes como las guerras, las pandemias, la hambruna, la violencia estatal contra los desvalidos, la corruptela política generalizada, el peligro sobre nuestras cabezas cual espada de Damocles, la guerra nuclear. ¡Vaya coincidencia con las predicciones asentadas en la Biblia!

Precisamente, en la Biblia, el libro del Apocalipsis, escrito por el apóstol Juan, se describen visiones apocalípticas de amplio espectro que refieren desde catástrofes naturales hasta conflictos mundiales y la venida del Mesías.

El capitalismo es asimilado como el causante y promotor del apocalipsis con sus devaneos denominados “reseteo” o “reinicio” del capitalismo y su desenvolvimiento contracultural.

Juan Domingo Perón dijo alguna vez refiriéndose a este desastre en Argentina: “Este problema, como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos entre todos los argentinos o no lo arregla nadie”.

Una pregunta ronda nuestras cabezas como “un moscardón azul” como dice José Larralde, ¿Acaso se ha globalizado el maltrato social? Y si así fuera ¿Por qué? “anda un cansancio de sol por los caminos que se mete en los ríos de la sangre”, nos responde Larralde.

Pero también nos responde Perón: “Cuando los pueblos agotan su paciencia, hacen tronar el escarmiento”.

¿Y qué dice John Locke sobre este asunto? Locke afirma que “en la rebelión el pueblo ejerce la violencia legítima para responder a la violencia del tirano” ¿Por qué se producen las rebeliones populares, acaso por aburrimiento, por pasa tiento o por diversión? Por hartazgo de maltrato y ansías de acabar con ese mundo con el advenimiento del Armagedón.

Recientemente Prabhat Patnaik en su artículo “El extraño estado de la democracia occidental”, expone: “Curioso sistema este de la democracia: los partidos incumplen sistemáticamente las promesas electorales, y llevan a cabo políticas con las que están en desacuerdo la mayoría de los ciudadanos”.

Sin embargo, en medio de la más feroz tormenta que vive la humanidad debemos darnos a la tarea más urgente y honrosa; ¿Qué mundo queremos construir, sobre qué bases doctrinarias y filosóficas? Nosotros decimos que ese mundo nuevo y justo-pese a sus errores-está siendo construido por las cooperativas con sus principios y valores.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!