Tu perro odia a muerte estos sonidos

¿Tu perro sale corriendo cada vez que pasas el aspirador? ¿Se esconde cuando hay fuegos artificiales? Si es así, entonces no es el único. De hecho, muchos perros se asustan con estos sonidos, si bien no todos reaccionan de la misma manera. La fonofobia es un fenómeno muy común entre estos animales, de ahí que sea importante conocerlo en profundidad. Si quieres saber más, ¡sigue leyendo!



Es normal asustarse de los ruidos fuertes. De hecho, se trata de una respuesta evolutiva tanto de los animales como de los humanos. Sin embargo, mientras que nosotros somos capaces de discernir una amenaza real de una falsa, muchos animales no.

Esto puede llevarles a sentir un miedo irracional o a desarrollar una fobia a ciertos sonidos. De hecho, según un estudio de 2016, esto es algo bastante común entre los perros.

El estudio analizó 192 razas y 3284 respuestas a un cuestionario. Como resultado, se estimó que el 39% de los perros mostraban síntomas de fonofobia.

Ocurre cuando tu perro reacciona de manera anormal y desmesurada ante uno o varios sonidos. Algunos de ellos son muy comunes, como el ruido de la aspiradora.

Algunos sonidos afectan a más perros con mayor frecuencia, pero su reacción puede variar en función de los factores ambientales y genéticos.

Es muy importante socializar a los perros hasta las 12 o 14 semanas de edad. Este periodo es crítico para que se acostumbren a varios estímulos, incluidos los sonidos. No hacerlo puede dar pie a diferentes fobias.

Los sucesos traumáticos también pueden causar fonofobia, sobre todo si se asocian a otros factores estresantes como la separación y la soledad. Por ejemplo, si alguien abandonó a un perro y lo dejó expuesto a una alarma antiincendios durante mucho tiempo, es probable que este sonido le resulte perturbador.

Las frecuencias que los humanos perciben solo llegan a los 20.000 Hz, mientras que los perros son capaces de oír hasta 45.000 Hz. Básicamente, perciben sonidos muy agudos que para nosotros ni existen.

Se cree que algunas razas tienen una predisposición genética a esta fobias. Los pastores alemanes, los pastores australianos y los border collies son algunos de ellos.

Los perros pueden manifestar su miedo a los ruidos de muchas maneras, ya sea temblando, yendo de un lado a otro, jadeando o estando muy alerta.

Otros síntomas pueden ser ladrar, gemir, esconderse o babearse.

Algunos perros incluso intentan escapar, se vuelven destructivos o hacen sus necesidades dentro de casa.

Echemos un vistazo a los ruidos o sonidos que pueden llevarles a reaccionar negativamente.

Las tormentas pueden ser aterradoras para un perro. No solo por los truenos, sino también por los cambios en la presión atmosférica, el sonido de la lluvia y los rayos.

Los fuegos artificiales son extremadamente ruidosos e impredecibles, ya que no siguen un patrón. Esto hace que los perros se asusten y se pongan alerta.

Los disparos, sobre todo a corta distancia, pueden ser increíblemente ruidosos. Tanto es así, que quienes practican tiro suelen llevar protección para los oídos. Si para nosotros ya es molesto, ¡imagínate para los perros!

Los sonidos de los vehículos de gran tamaño son una pesadilla para los perros. Sobre todo cuando hacen ruidos adicionales (p. ej. pitidos).

Los autobuses son vehículos de gran tamaño y, aunque algunos ya no son tan ruidosos como antes, siguen haciendo sonidos que pueden asustar a los perros.

Este es un clásico. Las aspiradoras hacen un ruido muy fuerte y, para colmo, se mueven. ¡Sobra decir por qué los perros no las soportan!

Los monopatines hacen un ruido muy característico contra el asfalto que los perros detestan. Además, los golpes que dan contra el suelo cuando la gente practica los saltos también pueden sacarles de quicio.

Los bebés pueden hacer ruidos fuertes y agudos que resultan muy desagradables para los perros.

Los ruidos de las obras son desagradables para cualquiera, pero los perros lo son aún más. ¡Las pobres criaturas no pueden ponerse auriculares y seguir con su vida!

Las alarmas, como las de los automóviles, pueden darles un buen susto a los perros. No solo son muy ruidosas, sino que también provocan vibraciones.

Las sirenas son uno de los sonidos más agudos a los que tu mascota puede verse expuesta. Una ambulancia, un camión de bomberos o un vehículo de la policía son solo algunos ejemplos.

Los aviones pueden ser extremadamente ruidosos. Si vives cerca de un aeropuerto, te convendría aislar tu casa del ruido lo máximo posible para evitar que tus mascotas lo pasen mal.

Los aparatos de aire acondicionado pueden hacer un sonido bastante alarmante cuando se encienden y, por lo tanto, asustar a tu perro.

De la misma forma que hay sonidos que los perros detestan, hay otros que pueden ayudarles a sentirse más tranquilos.

La música clásica, por ejemplo, puede ser muy relajante. Un estudio de 2015 reveló que era capaz de reducir el estrés ambiental en los perros de perrera, así que te animamos a que se la pongas al tuyo.

Otro sonido que puede aliviar el miedo y la ansiedad de tu perro es el ruido blanco. Puedes encontrar varios ejemplos por internet y ponérselos de fondo.

El sonido de las cascadas también ayudar a tapar los ruidos desagradables y tranquilizar a tu perro. Puedes encontrar vídeos o listas de reproducción fácilmente por internet.