El derecho de empernada y la cara cruel del fracaso

Carta de lectores.

Cuando alguien que equivocadamente piensa que si el pueblo lo elige por determinado tiempo como administrador en realidad eso lo convierte en dueño absoluto de los bienes, derechos y voluntad del soberano, tal como patrón de estancia y lo más indigno aun cuando un número de soberano confundido y con cierta dosis de inocencia ignorando derechos ve o asiente con cierta morbosidad el derecho de empernada y hasta le piden disculpa al patrón por darle la espalda durante el acto, esto se convierte en el cóctel cuya síntesis final resulta ser la cara morbosa del fracaso.

Fracaso cruel cuando una comunidad después de un cuarto de administración solo produce $ 5 de cada 100 que gasta, un cuarto de siglo viviendo de la solidaridad de otros estados hermanos.

Fracaso cruel cuando miles y miles de comprovincianos tuvieron que sufrir el destierro como única forma de conseguir un puesto laboral que le permita estar cerca de lo digno.

Fracaso cruel e inhumano cuando a esos miles se los dejó por meses varados impidiendo que regresen a su tierra, a sus hogares.

Fracaso cruel cuando hace más de un cuarto de siglo tenía en su territorio más de 30 desmotadoras de algodón y hoy después de un cuarto de siglo de gestión solo quedan las ruinas de aquellas que daban cuenta de un estado que producía.

Fracaso cruel cuando hace más de un cuarto de siglo existía un pueblo (Pozo del Tigre) con un mercado ganadero, el segundo en importancia después de Liniers, y después de un cuarto de siglo mas del 50% de su gente vive de la administración pública y subsidios del estado con ingreso por debajo de la línea de pobreza.

Fracaso cruel cuando a más de 450 días de azote de una pandemia el único aliciente del pueblo y estrategia del estado es el confinamiento cuando millones de habitantes del mundo vuelven a la educación, al trabajo a educarse y producir en definitiva.

Fracaso cruel cuando aquellos ciudadanos que perdieron gran parte de sus negocios que le costó años de sacrificios conseguir, hoy no solo le obligan a cerrar o le clausuran sino que además reciben las visitas del cuervo o caranchaje con fin de pretender comprarles por 2,50 el sacrificio de muchos años.

Es la cara cruel del fracaso.

Por ORLANDO CARDOZO 13254168