Rusia amenaza a Japón y eleva la alerta mundial en medio de maniobras militares en la región

Rusia elevó la tensión internacional al advertir a Japón sobre las consecuencias del despliegue temporal del sistema de misiles de alcance medio Typhon en la base estadounidense de Iwakuni. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, calificó la maniobra como "deliberadamente hostil" y subrayó que toda responsabilidad por un posible deterioro de la situación regional recaerá en Tokio.

La alerta se produce en el marco de los ejercicios militares conjuntos Resolute Dragon, que se celebrarán del 11 al 25 de septiembre y que buscan fortalecer la disuasión y la capacidad de respuesta frente a amenazas en Asia-Pacífico.

El gobierno ruso considera que el despliegue del Typhon representa una amenaza estratégica directa y podría generar efectos desestabilizadores tanto a nivel regional como global.

Zajarova alerta sobre riesgos estratégicos y desestabilización regional
Según Zajarova, el plan de Japón y Estados Unidos tiene efectos desestabilizadores y aumenta la tensión en la región Asia-Pacífico. La portavoz destacó que el objetivo de Washington es "aumentar el potencial de misiles terrestres de mediano y corto alcance para desplegarlos en varias regiones del mundo", mientras que Tokio sigue un curso de militarización acelerada mediante entrenamientos y cooperación técnico-militar con Estados Unidos.

Despliegue del Typhon representa amenaza directa para Rusia
El gobierno ruso considera que el despliegue del Typhon crea una amenaza estratégica directa para la seguridad nacional e incrementa el riesgo de escalada entre potencias nucleares. Zajarova afirmó que Moscú ha advertido reiteradamente a Japón sobre la "inaceptabilidad de actividades militares provocadoras cerca de las fronteras rusas en el Lejano Oriente" y solicitó que Tokio no permita el uso de su territorio para sistemas de misiles estadounidenses.

Características del sistema de misiles Typhon
El Typhon puede lanzar misiles de crucero Tomahawk con alcance de hasta 2.400 kilómetros, capaces de atacar objetivos en China y Rusia desde distintos puntos de Asia. Además, integra misiles SM-6, que alcanzan velocidades superiores a 4.320 km/h y un alcance de hasta 500 kilómetros contra blancos marítimos o aéreos. El objetivo declarado por Japón y Estados Unidos es mejorar la disuasión y la capacidad de respuesta, aunque no se confirmó si los sistemas serán disparados durante los ejercicios.

Reacciones internacionales ante el despliegue militar
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia advirtió que las acciones podrían tener "efectos perjudiciales para la estabilidad regional y global". China también ha mostrado su desaprobación ante despliegues similares en Asia, como en Filipinas, criticando el aumento de misiles estadounidenses en la zona. Por su parte, el gobierno japonés defiende la cooperación militar con Estados Unidos como una medida necesaria para reforzar la seguridad regional y la capacidad de disuasión.

Resolute Dragon y cooperación militar entre Japón y EE.UU.
El ejercicio Resolute Dragon se desarrollará en la base aérea de Iwakuni, en la prefectura de Yamaguchi, suroeste de la isla de Honshu. Esta operación forma parte de un marco más amplio de cooperación en defensa entre Estados Unidos y Japón, en respuesta a los cambios en el equilibrio militar en la región Asia-Pacífico y ante las amenazas percibidas por la creciente influencia militar de potencias como China y Rusia.

Historiadores militares de renombre, como el experto Antony Beevor, han manifestado que no es "alarmista" considerar la posibilidad de una nueva guerra mundial que podría surgir en un futuro relativamente cercano.

Este pronóstico se fundamenta en las crecientes tensiones que se observan en diversas regiones del planeta, tales como la guerra comercial y arancelaria entre China y Estados Unidos, así como el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.