La dificultad del pueblo para identificar a un verdadero conductor político estratégico y comprender su rol

Por José Yorg, el cooperario.




“Identificar a un auténtico Conductor político estratégico —con capacidad para interpretar, organizar y proyectar los intereses de un pueblo— representa una tarea difícil para amplios sectores sociales. Esta dificultad radica, en gran parte, en la ausencia de una formación política sólida que les permita comprender las dinámicas complejas del poder.” ChatGPT

“Sensibilidad e imaginación es base para ver, ver base para apreciar, apreciar base para resolver, y resolver base para actuar". Juan Domingo Perón

En un contexto muy complicado social y económicamente para el pueblo, donde reina el individualismo capitalista como lo definió Perón y para peor, desde el propio gobierno nacional se desmantela el Estado argentino y la democracia. Asumir que el pueblo a veces se equivoca, se confunde: Elegir a Milei como gobernante es un ejemplo claro de la distorsión que se tiene sobre la figura de un auténtico lider y sus cualidades.
Se hace prioritario entonces, aportar saberes politicos que ayuden a nuestros pueblos alcanzar claridad política.

La comunicación y formación política del pueblo son factores de gran incidencia para construir verdaderas democracias participativas emancipadoras.

En esa dirección, abordamos un tema que pretendemos contribuya-modestamente- a debatir, a diferenciar o discernir: Identificar a un auténtico Conductor político estratégico y alejarse de los falsos profetas.

Identificar a un auténtico Conductor político estratégico —con capacidad para interpretar, organizar y proyectar los intereses de un pueblo— representa una tarea difícil para amplios sectores sociales. Esta dificultad radica, en gran parte, en la ausencia de una formación política sólida que les permita comprender las dinámicas complejas del poder, la toma de decisiones, la conducción ideológica y estratégica, así como las condiciones históricas y estructurales que configuran el escenario político.

En muchas ocasiones, la figura del Conductor político se diluye o se desfigura ante los ojos del pueblo debido a influencias subjetivas, inmadures, ingenuidad o ignorancia supina en temas politicos que impiden un reconocimiento claro, tales como pensamiento campesinista, o pequeño-burgues. Entre estas influencias se encuentran:


- La ideología dominante liberal-capitalista, que deslegitima o caricaturiza la conducción política,
- El origen de clase (pequeña burguesía, sectores campesinos y trabajadores desorganizados), cuyas creencias y valores han sido históricamente permeados por falsos imaginarios del poder,
- Y el peso determinante de los medios de comunicación hegemónicos, que moldean la opinión pública en función de intereses ajenos al bien común.

Así, mientras las personas pueden construir en su imaginario colectivo figuras profesionales como médicos, abogados, mecánicos, albañiles o agricultores —cuyas funciones son fácilmente asociables a roles concretos y visibles—, les resulta sumamente difícil construir la imagen del Conductor político. Esta figura, que opera en el plano de lo estratégico y lo simbólico, suele ser invisibilizada, negada o malinterpretada.

La consecuencia inmediata de esta carencia es doble: por un lado, no se reconoce a los verdaderos conductores políticos que emergen con una visión transformadora; por otro, los individuos no logran construirse a sí mismos como cuadros tácticos con capacidad de acción, organización y pensamiento político propio.

En síntesis, la dificultad para identificar a un Conductor político estratégico y táctico superior, y de comprender su rol fundamental en la construcción del poder popular, está enraizada en una combinación de factores: el desconocimiento de las lógicas del poder político, la colonización ideológica ejercida por el sistema dominante, la ausencia de cultura política crítica, y la manipulación informativa a la que está expuesta la ciudadanía. Superar esta limitación implica un proceso de esclarecimiento, formación y toma de conciencia colectiva.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!