Motociclista murió tras protagonizar violenta colisión en el barrio Don Bosco

Un motociclista de 44 años, identificado como Víctor Antonio Koguc, murió en el Hospital Central, horas después de haber protagonizado una violenta colisión



Un motociclista de 44 años, identificado como Víctor Antonio Koguc, murió en el Hospital Central, horas después de haber protagonizado una violenta colisión con una camioneta en la esquina de las calles Fortín Yunká y Salta, en el barrio Don Bosco de la capital provincial.

El siniestro vial ocurrió el viernes a las 21 horas entre una moto Corven Triax de 150 cilindradas que conducía la víctima por calle Fortín Yunká, y una camioneta Ford Ranger que transitaba por Salta en dirección al centro de la ciudad.

Al llegar a la esquina, ambos rodados chocaron con violencia y producto del fuerte impacto el motociclista salió despedido y rodó por el pavimento, sufriendo lesiones de consideración.

Personas que pasaban por el lugar llamaron a la línea de emergencias 911 ECO para informar lo que había sucedido, activándose a partir de ese momento el dispositivo policial previsto para estos casos.

Enseguida llegaron al lugar policías de la Comisaría Seccional Segunda, del Cuerpo de Tránsito y peritos de la institución, en tanto una ambulancia del servicio de emergencia SIPEC también arribó para asistir y trasladar a la víctima al Hospital Central, donde horas después falleció a causa de las graves lesiones sufridas por la violenta colisión.

Peritos de la Policía y personal del Cuerpo de Tránsito realizaron tareas inherentes a sus funciones para poder determinar la dinámica del accidente y establecer las responsabilidades de cada uno de sus protagonistas. Tanto la moto como la camioneta fueron secuestradas y llevadas a sede policial para la pericia correspondiente, en tanto el conductor fue demorado y quedó a disposición del juez Penal de turno.

El cuerpo de la víctima, en tanto, fue trasladado por personal del Cuerpo de Bomberos hasta la morgue del Poder Judicial, en el barrio San Antonio, donde el profesional de turno realizó la autopsia ordenada por el magistrado.

Finalizadas las actuaciones, los restos del infortunado motociclista fueron entregados a sus familiares para el velatorio y posterior inhumación.

Segunda víctima en la misma esquina
La tristemente recordada esquina de Fortín Yunká y Salta volvió a ser escenario de un siniestro vial con consecuencias fatales, tal como ocurrió en la jornada del 19 de diciembre de 2014 cuando en ese mismo lugar perdió la vida Mariana Batalla, la niña de 8 años de edad que iba como acompañante en una moto que colisionó con un colectivo urbano de la empresa Ciudad de Formosa.

El día del accidente era la última jornada de clases de Mariana, iba a la fiestita y entrega de boletines, trasladada en moto por su tío.

La moto circulaba por calle Salta y al llegar al cruce con Fortín Yunká colisionó con un colectivo de la línea 100 que transitaba por esta última arteria.

Según testimonios del conductor de la moto, al llegar a la esquina el colectivo bajó la velocidad cediéndole el paso pero cuando comenzó a cruzar, el ómnibus aceleró la marcha y esto produjo la colisión.

Contó que trató de esquivarlo y de ponerse en paralelo, pero el colectivo alcanzó a tocar el faro trasero de la moto y esto le hizo perder estabilidad pero no cayó al asfalto, en cambio su sobrina salió despedida y una de las ruedas del colectivo impactó su cabeza falleciendo en forma instantánea. Tanto el conductor de la moto como la niña tenían colocados el casco de seguridad.

De acuerdo a esta versión, el colectivo no habría frenado en el momento, haciéndolo recién varios metros más adelante.

Según el colectivero, él vio que una moto venía muy fuerte y supuestamente para no chocar aceleró dos veces. Debido a que no dejó huellas no se pudo determinar la velocidad con la que se desplazaba.

La familia de Mariana buscó a un perito de parte para poder aclarar algunos puntos oscuros de la investigación y el profesional concluyó -luego de hacer el trabajo correspondiente- que el colectivo circulaba a más de 40 kilómetros por hora.

Lamentablemente el caso no tuvo testigos ni había cámaras de seguridad en la zona que puedan mostrar lo que pasó.

La investigación judicial concluyó con el sobreseimiento del conductor del colectivo, estableciéndose como único responsable del hecho al motociclista, bajo el argumento que aquel tenía prioridad de paso en esa encrucijada.