Uno de los tantos ejemplos de la impunidad en Formosa: Menores se quemaron vivos encerrados en celdas

Pedro Velázquez Ibarra reclamó justicia a 29 años del incendio en la Comisaría del Menor




En el marco de que hoy se recuerdan 29 años de la tragedia en la Comisaría del Menor de Formosa en el que perdieron la vida 8 niños, el abogado Pedro Velázquez Ibarra recordó la fatídica fecha y aseguró que "en tiempos de impunidad, hacer memoria es reclamar justicia".

"Hoy se cumple un año más de la tragedia conocida como el "Holocausto de Villa Jardín", en la cual perdieron la vida 8 niños privados de su libertad por el delito de ser pobres en la tristemente recordada Comisaría del Menor, siendo sometidos a trato inhumano por tiempo indeterminado, pese a que las vejaciones de todo tipo fueron reiteradamente expuestas por el Dr. Héctor Luis Gallardo, por entonces Juez de Menores, al Superior Tribunal de Justicia, al Ministro de Gobierno, a la Jefatura de Policía y a la Dirección de la Minoridad y Familia dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social. La más absoluta indiferencia por el drama de los menores fue la respuesta de todas y cada una de las autoridades responsables de hacer cesar los tormentos, que, finalmente, condujeron a las víctimas a incendiar sus colchones de poliuretano que recientemente les habían obsequiado, al mismo tiempo que le permitieron contar con fósforos, elementos con los que en la desesperación por poner fin al martirio provocaron un incendio para llamar la atención clamando libertad y en el intento se les fue la vida", recordó.

"Así, en contados minutos la temperatura en la pequeña celda alcanzó los 500º, sin que nadie socorriera a los niños, pues el llavero de guardia "extravió" las llaves. Era un piromaniático que fue destinado a cumplir una severa sanción por haber intentado prender fuego a la Comisaria del Barrio Juan Domingo Perón. Lo que vino después fue la más pornográfica muestra institucional de promiscuidad de los tres poderes del Estado para garantizar la impunidad de las autoridades responsables de que la tragedia ocurriera, al punto tal que llevaron a Paraguay a los cuatros niños sobrevivientes para evitar todo contacto con la prensa, reprimieron con la policía para que los fallecidos no fueran velados en la Capilla San Luis Rey, temerosos de alguna reacción popular por semejante crimen, designaron al abogado de los funcionarios para presidir el tribunal del juicio tramitado simplemente por "presuntas vejaciones", y, previamente, por las dudas, modificaron el Código de Procedimiento Penal para eliminar la figura del querellante particular evitando que los representantes de las víctimas no intervengan en el proceso, condenándose a penas irrisorias a cuatro agentes de policía, que ni siquiera cumplieron efectivamente las sanciones. Finalmente en cumplimiento de un plan destinado a borrar de la memoria colectiva todo recuerdo de tan luctuosa tragedia, no permitieron siquiera que crecieran los ocho lapachos blancos que organizaciones religiosas y juveniles habían plantado en la Plaza San Martin, encargándose la policía provincial de arrancarlos y evitar que vuelvan a ser plantados".

"En tan miserables condiciones morales, judiciales y políticas, se concretaron transacciones de todo tipo, empezando con ascensos de jueces y fiscales que garantizaron impunidad por acción u omisión de las obligaciones legales atinentes a sus cargos", denunció Velázquez Ibarra.

"Esto fue, y sigue siendo, la mayor y más grave, violación a los derechos humanos de la historia argentina en época de democracia, como bien lo calificara Graciela Fernández Meijide, por entonces Presidenta de la APDH nacional y ex Secretaria de la CONADEP, en ocasión de hacerse presente en Formosa a raíz de la inmolación de los niños, demandando vanamente justicia", aseveró.

"Hoy se cumplirán 29 años de la tragedia y la causa penal puede y debe ser reabierta en razón de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró imprescriptibles las acciones derivadas de las violaciones a los derechos humanos cometidas desde el Estado en el caso “Bulacio”, asimilándolas a las perpetradas por el Estado, como son los delitos de lesa humanidad", pidió.

"Por ello creo que debe recordarse lo ocurrido a pocas cuadras de la Casa de Gobierno, en nuestra ciudad, pues en tiempos de impunidad, hacer memoria es reclamar justicia", finalizó el letrado.