Atilio Basualdo, el dueño del centro oeste provincial con aval del quinto piso de Casa de Gobierno

De nuevo, el intendente Basualdo usó un acto institucional como tarima de sus ambiciones reeleccionistas



Bronca, desilusión e impotencia se vieron reflejados en los rostros de un grupo de docentes del Instituto Superior de Formación Docente de Las Lomitas, durante el acto por el por el día del respeto a la diversidad cultural, donde el jefe comunal del lugar y su hijo Pablo, presidente del Concejo Deliberante, asistieron como invitados, pero se retiraron casi huyendo entre sus custodios.

Dura resultó la sorpresa que se llevaron los alumnos, padres y profesores por la manera que se desencadenó la ceremonia, transformándose todo en un lanzamiento de campaña, con discursos netamente políticos, desde el director del instituto, Alfredo Ruiz Diaz, que se dedicó a rendir pleitesías a Basualdo en agradecimiento a su designación.
Pero esto no terminó aquí; como cierre el regente invitó al jefe comunal a dirigirse hacia el atril y hacerse cargo del micrófono, pero lo que menos hizo el intendente gildista fue referirse a la importancia e implicancia histórica del 12 de octubre, planteando, por ejemplo, una mirada atenta y crítica de lo sucedido para conocer nuestro pasado, comprender nuestro presente y construir nuestro futuro.
El funcionario comunal convirtió todo el momento institucional en un acto partidario para homenajear al gobernador Insfran, y cargar duro contra la administración nacional. Resultó notoria la organización premeditada para que todo saliera sin errores, desde el sonido hasta la presentación de los oradores y el cariz de las ponencias, burdamente políticas, pero, sobre todo, completamente ajenas al objetivo exclusivo del encuentro.
Mientras el intendente se expresaba, de cortina musical se escuchaba el mismo tema que suelen utilizar en sus operativos de campaña.
Al finalizar la ceremonia, observando la desazón de todos, los funcionarios se retiraron del establecimiento cabizbajos con custodios privados y de efectivos de la Policía provincial, subiéndose a los acostumbrados e imponentes vehículos de alta gama, tan poderosos como costosos.
El escenario renovó los acostumbrados interrogantes vinculados sobre el origen de los fondos para bancar tamaña parafernalia
Como con muchos intendentes del interior formoseño, y con el propio gobernador Insfran, en Las Lomitas la forma de hacer política nada tiene que ver con la pobreza y el cuadro permanente de necesidad de los pobladores que dicen proteger.